Qué tal, bendiciones para todos!! Hoy en contexto el mensaje que voy a comentar, tiene que ver totalmente con el Don que Dios me regalo y me encanta, lo disfruto al máximo y es cocinar, dejame decirte que después de Jesucristo mi pasión es cocinar, amo hacerlo.
Te cuento que a través de los tiempos la sal siempre ha tenido innumerables usos, sólo haré mención de algunos, se ocupa para dar sabor, para preservar y esto lo recuerdo de mi niñez porque mi padre usaba la sal para preservar pescados y pieles.
Dios no llama a ser la sal de la tierra, nos llama a ponerle sabor a la vida, esto es sencillo literalmente, cuando tu pruebas una comida sin sal, es obvio que no tiene sabor y no es de nuestro agrado, más sin embargo cuando le pones el punto de sal en automático adquiere un sabor delicioso.
Mateo 5:13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino par ser echada fuera y hollada por los hombres.
En la biblia podemos encontrar varios personajes a los cuales Dios uso como la sal de la tierra, Dios tuvo un propósito con cada uno de ellos.
A través de Noe rescato a la humanidad, Daniel fue la sal en Babilonia y me encanta como Daniel no permitió que su corazón se contaminara como los demás, el decidió no ser del montón.
De esta manera Dios llama a sus hijos la sal de la tierra, pongamos esto en practica, ya que para nuestro Padre somos el medio para preservar la tierra, para ganar almas para el, que las personas conozcan al Dios de amor, a la fuente de amor inagotable.
Te invito que salgamos a darle sabor al mundo con gracia, salgamos a buscar a ganar esas almas, mira!! Que cuando no hacemos nada por ir por esas personas que estan en la tierra sin Dios, no estamos acudiendo a nuestro llamado; así que no lo pienses y vamos hablarles de la bondad, del amor del Dios que tu y yo conocemos, que vengan a reclamar las bendiciones que hay para ellos, impactemos al mundo con la palabra de Dios.
Seamos esa sal que Dios quiere y principalmente por ningún motivo perdamos el sabor.
Hagamoslo con amor.
Espero que esta reflexión sea de bendición a tu vida y que el amor de Jesucristo te cautive por siempre.
Dios te bendiga todos los días de tu vida.
-Maru
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