Hola valientes y elegidos, estoy muy feliz de escribirles por segunda vez y compartirles mucho de lo que mi corazón siente, muchas veces vulnerablemente porque muchas de estas conversaciones se quedan en pláticas con Papá, pero creo fielmente que hay un propósito detrás de cada una de las personas que comparten aquí, así como en ustedes, lectores, Dios tiene un propósito para ti también.
Últimamente, y si soy honesta, la mayoría de las veces, no queriendo, caigo en no confiar completamente, en temer al futuro, al presente, a veces al recuerdo de mi pasado y muchas veces a mi misma, y estoy segura de que muchos nos sentimos de la misma forma, por mucho tiempo quise vivir una vida creyendo que Dios me había dado las bases para vivir la vida que el quería para mi, y que debía poder, pero a lo largo del tiempo me seguía dando cuenta que seguía temiendo y dudando.
Es correcto que Dios nos dio las bases y literalmente todo para llevar una vida que lo agrade y que vaya de la mano con el propósito que Él tiene para nuestras vidas, pero no nos dio esas bases para que las sigamos y ya, nos dio todo para hacerlo de su mano, dándonos su opinión, y acompañándonos en cada momento, porque no nos aventó para que probáramos que se sentía llevar una vida cristiana, el llegó para estar a nuestro lado en una vida en SU presencia, siendo uno sólo con Él.
Esto me lleva a pensar que una de las cosas que no nos permiten ser uno solo con Él, es el miedo a perderlo todo, el miedo a perder nuestros actos pasados que comúnmente nos llevaría a perder ciertas amistades, perder nuestra identidad en el mundo que solía tener tanto peso en nuestras vidas, y perder un sinfín de cosas, sin pensar en todo lo que ganamos al estar con el Padre.
“Cuídense de esos perros, cuídense de esos que hacen el mal, cuídense de esos que mutilan el cuerpo. Porque la circuncisión somos nosotros, los que por medio del Espíritu de Dios adoramos, nos enorgullecemos en Cristo Jesús y no ponemos nuestra confianza en esfuerzos humanos.”
Filipenses 3:2-3 NVI
La palabra nos enseña a cuidarnos de todo lo que va en contra de lo que Dios desea en nuestras vidas, del mal, de personas que nos lastiman, de actos que nos recuerdan nuestro pasado, de pensamientos que nos dañan, y de todo lo que podría estar llenando nuestra mente y nuestro corazón, entonces al final llegamos a la conclusión de que terminaremos perdiendo mucho al no poner nuestra confianza en esfuerzos humanos y al enorgullecernos en Cristo Jesús.
7Sin embargo, todo aquello que para mí era ganancia, ahora lo considero pérdida por causa de Cristo. 8Es más, todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Filipenses 3:7-8 NVI
¡Al perderlo todo, ganamos más! Nos llevamos la mejor parte, que es una vida en Cristo, una vida en la que todo aquello que antes ocupaba nuestro corazón no tiene poder, y eso incluye muchas veces estar dispuesto a entregar tus miedos e inseguridades, a permitir que el Espíritu Santo trabaje en ti día a día y a dejar de buscar tu voluntad, para dejar que Dios haga la suya; entonces nos damos cuenta que perderlo todo vale la pena, vale la vida y vale una eternidad con el Padre.
“Por él lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, a fin de ganar a Cristo 9y encontrarme unido a él”. Filipenses 3:8
La mejor parte es ganar a Cristo y encontrarte unido a Él, y creo que no hay mejor final, no hay mejor ganancia, no hay mejor vida, que pasar una vida unido a Jesús.
Así que si, tal vez sentimos muchas veces que perdemos cosas, perderlo todo, es ganar a Cristo y una vida en Él, y eso lo vale todo.
Dejemos que el poder de Jesús tome control de todo en nuestra vida, aunque muchas veces no es fácil, no estamos solos, no tenemos las bases para seguirlas solos, lo tenemos a Él que nos quiere aocmpañar en cada momento, en cada dificultad, en cada guerra, en cada momento feliz, en toda tu vida, y tener a alguien en ti que está en todo tiempo, es más valioso que cualquier cosa que pudieramos desear.
Oración:
Papá, gracias por todo lo que has hecho en mi, gracias por lo que haces día a día, creo que tus planes son mejores que los míos, ayúdame a dejar mi vida en tus manos y confiar en que tu estás haciendo lo mejor para mi, quita de mi vida todo lo que estorba, y ayúdame para que mi confianza esté completa en ti. En el nombre de Jesús, Amén.
-Denisse🤍
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